Una preocupación lógica que puede tener un propietario cuando su inquilino le avisa que dejará la propiedad, es que se la okupen.
Tanto es así que incluso hay personas que se van a vivir a la propiedad para evitar esa posible okupación.
También están los casos de clientes que prefieren no salir de vacaciones por temor, ya no a un robo, sino a una posible okupación.
Sin embargo, existen muchos mecanismos de alta seguridad que impedirían que alguien pueda acceder ilegalmente a una vivienda: bombines, cerraduras, escudos, cerrojos, puertas...
Es verdad eso de que hoy por hoy todo se puede abrir, pero hay mecanismos cuya apertura requeriría tanto tiempo y hacer tanto ruido, que el solo hecho de que estén instalados en la puerta de entrada de una vivienda disuaden a cualquiera de siquiera intentarlo.
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