Un descubrimiento inesperado y muy recomendable
Encontramos Urbieta13 de casualidad mientras paseábamos y nos llamó la atención su local acogedor. La decoración transmite tranquilidad y paz, y las mesas son amplias y cómodas, lo que invita a quedarse disfrutando sin prisas.
El servicio fue muy atento y rápido, con un trato cercano que se agradece. La comida nos sorprendió gratamente: los huevos rotos fueron toda una sorpresa, el secreto estaba en su punto, muy tierno y jugoso, y la lobina resultó deliciosa. Todo con buena materia prima, bien cocinado y presentado con mimo.
En resumen, ha sido un gran descubrimiento: un sitio donde se come bien, se está a gusto y al que sin duda volveremos.