Pasamos por casualidad por la puerta y nos llevamos una gratísima sorpresa al elegir este lugar. Entramos un poco reacios debido a que el restaurante estaba completamente vacío y eso puede ser también mala señal, pero no... ni mucho menos (supongo que porque era lunes). Nos atendió muy amablemente una camarera (MARFER) la cual nos explicó con detalle cada plato que pedimos a la hora de traerlo a la mesa. Nos pedimos unas Croquetas de Jamón Ibérico (creo que se llamaban Urbieta 13) con Salmorejo y Brotes, super cremosas y deliciosas. Una Burrata con Tomate Rosa, Pesto de Rúcula y Nueces, espectacular. Un Pulpo a la Brasa con Patatas Revolconas, Crujiente de Arroz y un Alioli de Ajo Negro de superó todas las espectativas y para rematar, de postre un Tiramisú que nos terminó de ganar de lo riquísimo que estaba. Un 10 para todo el equipo de este Restaurante y en especial a Marfer por lo bien que nos trató. Para repetir, y por cierto, totalmente RECOMENDADO.