Partimos de una piel lisa y generalmente muy limpia y blanca. Esta piel va a ser la base del metalizado o laminado.
El cuero laminado es una piel curtida a la que se le adhiere una lámina plástica a la flor de la piel (la parte superior) con calor y presión. Lo que se consigue es una uniformidad es toda la superficie del cuero.
La piel metalizada está elaborada desde otro proceso, o bien se pinta la superficie la flor del cuero con spray o bien se recurte dándole más flexibilidad y otro acabado que el original. El brillo de las pieles metalizadas viene dado por minerales molidos añadidos a la tintura de la piel en las proporciones que cada curtiduría estime oportunas.