La calidad de los televisores que se ofrecen en el mercado actual deja mucho que desear, pues muchos de ellos presentan fallas o defectos antes de cumplir los dos años de uso. Ante esta situación, una alternativa inteligente y rentable es optar por la reparación de los aparatos en lugar de adquirir unos nuevos, ya que el costo de la reparación es mucho menor y el rendimiento del televisor reparado puede superar al de uno nuevo.