Me arrepiento de haber usado brackets. Es una gran pérdida de dinero, el hueso se desgasta y algunos ortodoncistas te tratan horrible, en este caso la dra. Karina. Me grabó sin mi consentimiento, vulnerándome y diciendo mentiras para quedar bien ella y así lavarse las manos. Qué poca madre. Y lo único que le dije fue que un diente estaba chueco que si lo podía enderezar. Inventaba pretextos contradictorios y elaborados sólo para no hacer lo que yo le pedía. Eso es violencia y gaslighting. Las mentiras tan elaboradas que puede inventar una persona para ejercer poder sobre tí, porque de eso se trató para ella, de ejercer poder, por eso no me escuchó ni respetó. La violencia no busca el daño, busca el control. Afortunadamente encontré a otra ortodoncista que sí fue humana conmigo y arregló lo de mi diente sin yo tener que decirle nada, ella lo vio inmediatamente. Pero eso que me hicieron en esta clínica, el trato y la violencia, la deslegitimización, fue verdaderamente horrible.