Estuvimos este fin de semana un grupo de 21 amigos. Fué realmente fantástico en todos los sentidos. Las cuevas increíbles, todas ellas equipadas con cocina, salón, baño, 2,3 o 4 habitaciones y súper original. Muy cómodas las camas. El desayuno, exquisito, muy completo tanto de dulce como de salado. El matrimonio propietario, Rubén y Ana, encantadores y muy atentos en todo. El entorno de las Bardenas Reales hay que conocerlo, así que muy aconsejable