Una experiencia que no tiene precio. Naturaleza, aire puro y animales en libertad, yo personalmente, no puedo pedir más. La experiencia con los caballos merodeando por la finca me parece insuperable, al igual que sus noches de estrellas, sin duda, reparador...🤍 La atención es excelente, están muy pendientes de cubrir tus necesidades tanto a través de wasap como un situ, por el personal de la finca.
DETALLAZOS A RESALTAR:
- Te reciben con bebidas frías a tu llegada, algo de agradecer después de un viaje. También te las ofrecen al finalizar tu estancia, sin ningún cobro adicional.
- Tienes una botellita de cava en la habitación con dos copas para poder brindar.
- También tienes un surtido de magdalenas, leche, agua y zumo de naranja para un primer desayuno. Además de una cafetera con cápsulas para tí.
- El trato que reciben tus animales por parte del personal.
Cosas que mejoraría (siempre de forma constructiva, no pretendo ni mucho menos, dañar) :
- Eché en falta mosquiteras en las ventanas para poder ventilar mejor la cabaña, ya que al estar en entorno rural, es obvio que habrá bichetes 😅
- También creo que se puede mejorar un poco la limpieza en general, aunque también entiendo el entorno.
- Los precios de algunas cosas me parecen algo excesivos, cómo el de la barbacoa, que es eléctrica. Aún así asumimos el costo, ya que en todo momento estás avisado de precios, tiempo de uso y demás condiciones necesarias para que no haya sorpresas.
En resumen, para mí marido, para mí galga y para mí, una experiencia inolvidable por la celebración de nuestro primer aniversario. Sin duda alguna, repetiremos cuando podamos!
🤍