Hoy ha podido ser una auténtica pesadilla. La bicicleta se nos ha roto (la viela se ha doblado y no se podía dar pedales al chocar con el cuadro). Hemos llamado al número de contacto y... NOS HA SALTADO EL CONTESTADOR. Hemos dejado un mensaje pero no nos han llamado, aún seguimos esperando su llamada. Finalmente hemos decidido doblar el pedalier a pura fuerza y hemos conseguido llegar a la tienda antes del último ferry... y tampoco había nadie en tienda para explicarles nada... Si por ellos fuera, aún seguiríamos en la isla sin forma de volver a casa.
Por otro lado, y en menor medida, una de las bicicletas tenía los frenos cambiados de posición (el derecho frenaba la rueda delantera) y la otra bici, no desconectaba el motor al frenar ya que tenía el freno descableado.
Una pena 😪